Todo existe
Es lo que ves y lo que imaginas.
Incluso lo que sueñas.
Al fin y al cabo,
todo existe y pasa frente a ti.
Por esta ventana al mundo,
pasa el paisaje como los recuerdos:
secuenciales, o dispersos
como si se buscarán a sí mismos.
Rápidos y fugaces los más cercanos,
lentos y claros los dejados muy atrás.
Pasa la vida. La vivida,
con sus ausencias y sus presencias
difusas, sus constantes momentos,
sus hitos perpetuos.
Y la otra, la de los recuerdos creados
a fuerza de deseo y de esperanza.
El deseo y la esperanza poderosos
que mueven este viaje,
perpetuo y constante, fugaz y lento,
a los confines de nosotros mismos.
Incluso lo que sueñas.
Al fin y al cabo,
todo existe y pasa frente a ti.
Por esta ventana al mundo,
pasa el paisaje como los recuerdos:
secuenciales, o dispersos
como si se buscarán a sí mismos.
Rápidos y fugaces los más cercanos,
lentos y claros los dejados muy atrás.
Pasa la vida. La vivida,
con sus ausencias y sus presencias
difusas, sus constantes momentos,
sus hitos perpetuos.
Y la otra, la de los recuerdos creados
a fuerza de deseo y de esperanza.
El deseo y la esperanza poderosos
que mueven este viaje,
perpetuo y constante, fugaz y lento,
a los confines de nosotros mismos.
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